viernes, 14 de diciembre de 2012

Howard Schultz "Starbucks"



Howard Schultz


Howard Schultz es uno de esos emprendedores que pasan a la historia por crear empresas legendarias. Con su espíritu emprendedor y soñador comenzando con un pequeño establecimiento en Seattle, crear una cadena de cafeterías que hoy cuenta con 17.000 establecimientos en todo el mundo, genera más de 12.000 millones de dólares en ventas anuales y emplea a más de 200.000 personas, hablamos de la aventura de Starbucks.
Evidentemente, pueden aprenderse muchas y muy valiosas lecciones de alguien con estos avales.

Schultz sostenía que la empresa se debería construir sobre valores y principios, y que estos debían ser tan importantes como el posicionamiento de la marca o el producto que estaban vendiendo. Ese dogma aún sigue vigente en Starbucks.

“Yo crecí en Brooklyn, mis sueños estaban más allá de mi condición. Quería construir una compañía diferente, en la que mi padre nunca tuvo la oportunidad de trabajar. La idea llegó de ver de primera mano, que si no eras una persona muy educada o con mucho éxito, el ambiente laboral no te trataría con respeto”, nos dice.

Starbucks vivió una época negra durante la recesión, pero Howard Schultz regresó para levantarla. A su regreso, los ingresos y ganancias de Starbucks estaban por el piso, y el precio de las acciones habían caído tan severamente que en un momento se temió que la empresa podría quebrar.

Schultz hizó bien su trabajo como empresario. el trajo la disciplina financiera, eficiencia en la línea de fondo, y un enfoque de vuelta a lo básico para la empresa. El crecimiento y el éxito había cubierto una gran cantidad de errores y dio lugar a nuevos desarrollos e innovaciones en los productos de la compañía.

Al igual que con Steve Jobs en Apple, la segunda venida de Howard Schultz a Starbucks, la salvó de ser simplemente otra empresa del montón, y dar un giro a una marca icónica. Schultz, de 58 años, demostró que podía hacer lo que la mayoría de los fundadores se dice que no se debe hacer: “desafiar a la vieja manera de hacer las cosas”.

Y de esta manera podemos ver como los sueños cuando están sincronizados con los deseos genuinos de tu ser pueden convertirse en una realidad, seguí el ejemplo de Howard, que con esta historia y esta filosofía: “pon tu corazón en ello” no sea tan sólo ese artículo que leíste en una página, que historias como esta te sirvan de motivación y prueba viviente de que “El que busca, encuentra” ,que  la gente produce lo major cuando hace cosas que ama, cuando está en "su elemento", y el estar en tu elemento es hacer algo para lo que tienes una capacidad innata. Y amarlo y sentir pasión por ello.


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